Para comprender el patio de la escuela como un jardín de co-existencia tenemos que imaginarlo como un jardín ampliado, fomentando las relaciones de empatía con seres vivos vegetales y animales en nuestra escuela. Con esta propuesta se busca activar estas relaciones con lo natural a partir de dinámicas para reverdecer los ecosistemas básicos del patio, sembrando plantas, creando refugios y hábitats que atraigan pequeños animales e insectos de los que podamos aprender de manera directa y respetuosa a la hora de relacionarnos con otras especies.